Tipografía... ¡Survive!

Hace unos días necesitamos en la empresa de los servicios de un carpintero para hacer un bastidor, por suerte en Lince, todavía hay de donde escoger y encontramos una carpintería de taller pequeño donde el carpintero es un tío cuarentón con mandil de cuero que heredó todos los conocimientos de su padre, un carpintero de los antiguos experto con el cepillo, la lija y el taladro de manivela. Es una de esas carpinterías tradicionales de barrio, donde la abuelita lleva sus muebles antiguos para ser reparados o el tío manda a hacer un marco tallado para un cuadro.

La sorpresa en esta carpintería tiene que ver con la imprenta y fue el documento que nos entregaron, era un documento, al mismo estilo Grunge de papel texturado antiguo, amarillento, arrugado y desgarrado y además, hecho con tipografía, si, no escribí mal, un formato hecho en tipografía en el nuevo siglo, año 2009.

Me sorprende ya que no veía documentos así desde mediados de los ‘90 cuando mi padre hacía las facturas para su tiendita de abarrotes.

Luego me introduje de hachazo en el mundo gráfico y ya por ese entonces las computadoras eran el medio usado para realizar los artes destinados a ser impresos en offset, tal vez el estar metido entre computadoras desde ese entonces me hizo olvidar un poco los inicios de la imprenta. Hoy en día, aquí en Perú, la tipografía (espero no equivocarme) es usada para procesos de numerado y desglose, ya no se hacen impresos en tipografía y si se hacen no es común verlos más que en documentos antiguos. Es increíble ver como se acoplan y evolucionan los procesos antiguos a los nuevos procesos sin llegar a desaparecer.

Para darles una idea de lo que hacían nuestros abuelos les dejo este videíto, una reliquia, en el que pueden ver el proceso industrializado de la época (tipografía incluída) para la realización de un libro.