De paseo por Ica (Día dos)

Viene de De paseo por Ica (día uno)...

Las noches son frías y las mañanas nubladas, se recomienda ropa abrigadora no tan gruesa, lo suficiente como para pasar el friecito, nada mas.
Nos recogieron en el hotel que, dicho sea de paso, se lleno ayer inmediatamente a nuestra llegada. Nos llevaron a dar unas vueltitas por el centro de Ica, conocimos la Plaza de Armas, la Iglesia del Señor de Luren, que quedo semidestruida por el terremoto de 2007, tratamos sin éxito de atraer a las palomas cagonas que descansan en la cúpula de la iglesia, asi que nos fuimos a la iglesia provisional del señor de Luren un recinto pequeño donde los fieles se reúnen mientras tome la reconstrucción de la original que llevara varios añitos.

No soy muy devoto ni nada por el estilo, asi que solo fui como mero observador, sin embargo, al ingresar a la capillita, un tío ya entrado en años, alto y con cara de sepulturero me clavo la mirada y sin mentirles, me estuvo siguiendo, pero me tuve que hacer el distraído y en mas de una oportunidad lo deje con la clara intención de entregarme unas hojas, sabrá dios de que. Aproveche para filmar algo y tomar unas fotitos.
De ahi nos fuimos a Cachiche a conocer el monumento a las brujas en un parquecito árido donde los arboles forman figuras caprichosas de animales y hasta de un dragon.
También hay gente que te lee las cartas, las manos y te hacen baños de florecimiento en una piramide que tiene unos cuarzos en la punta dizque para concentrar la energía del cosmos… en fín, mas allá conocimos la famosísima palmera de siete cabezas, que, segun cuentan, por superstición, siempre cortan la séptima cabeza para alejar las desgracias del pueblo. Supersticiones.


Luego de esto conocimos la laguna de la Huacachina que es lo maximo, en sus aguas verdosas y frías se puede pasear en bote y admirar el paisaje desde el centro. Las palmeras y dunas que la rodean dan la sensación de inmensidad, nada comparado a las fotos, se siente en el ambiente una energia que te llena de serenidad.

Aunque quería quedarme aqui todo el dia, el tour debía seguir y nos llevaron a "El Catador" y "Tres Generaciones" donde nos hicieron degustar de las variedades de licores, entre ellos Pisco, vino "Perfecto Amor" que es dulce y suavecito, Moscato y una variedad de Pisco preparado, listo para el Pisco Sour, solo para agregar el hielo y la clara de huevo. Nos llevaron también a seguir el proceso de elaboración de cada licor (aunque no es temporada de producción, todo fue meramente explicativo).
De ahi llego la hora del richi, nos llevaron a un restaurante campestre donde comimos chicharrones, arroz con pato y cabrito a la norteña… no pude tomar fotos por que mas pudo el hambre.
Eso fue todo como hasta las tres de la tarde que nos dejaron nuevamente en el hotel.
Pero eso no era todo, a las cuatro de la tarde vendría lo mejor, lo mejor de lo mejor hasta ahora. Nos recogieron para irnos de paseo a las dunas en los carros areneros. Esa si fue una experiencia alucinante, los carros son especiales para subir las dunas y el chofer un experto en arrancar gritos con sus maniobras extremas, subidas y bajadas, velocidad, sol, viento, adrenalina, arena, mas arena, arena por todos lados.

A cierto tramo de accidentado paseo se detuvo el chofer y nos tocaba hacer sandboard en una de tantas dunas que se veía totalmente vertical. Reconozco que me intimido la situación, pero haciendo de tripas corazón y armandome de valor, me tire de panza en una de las tablas y zuiiiisssss!!!!!!… no pare hasta llegar hasta el punto que desde arriba parecía lejano. Hacer sandboard es recontra divertido, sobretodo por que te saca todas las tensiones, también tragas arena como micho, pero es parte de la aventura. Despues de esa primera temerosa experiencia, no hay ya duna que me intimide, me tire como tres veces mas y no quede satisfecho, quería mas, pero ya nos teníamos que ir, la gracia es que cuando te deslizas, caes rapido y ligero, la gracia es volver a escalar la duna ya que a cada paso dado, la arena cede y no se avanza demasiado, imaginaran cuanto demora esto, pero con la emoción y la adrenalina, no hay cansancio ni tiempo que lo impida, solo el chofer del arenero que nos recoge puntual para sacarnos del desierto, ta'mare, que no daría uno por quedarse aqui, conquistar todas esas dunas que se multiplican a lo lejos para ser el amo y señor de las dunas y observar el atardecer en toda su magnificencia, pero no, hay que regresar, asi que mis sueños de amo y reino arenero se quedaron ahi, en el desierto de la Huacachina. Ni modo pues, habrá otros reinos que conquistar, por el momento me retiro con la arena metida por todos lados, pero esto no queda ahi, el regreso es igual de emocionante, casi una adrenalínica montaña rusa de arena. Ah, pero no solo terminas bañado en arena, también sordo por que las flacas gritan a voz en cuello y cualquier tímpano de hecho que termina afectado.
Agotado y con el júbilo de haber conquistado las dunas, a media tarde nos recogen para regresarnos al hotel, mañana será otro día, ojala tan interesante como hoy…

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Ubicación:Ica, Perú

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