Por el norte del Perú
Recuerdo el fin de año de dos mil diecinueve, cuando todo era felicidad y no había Covid... eran otras épocas, había libertad y despreocupación para salir y relajarse en uno de esos viajecitos que tanto nos gustan. Fue así que en diciembre mi cuñis y su respetable vinieron de visita a Lima (ellos viven en Chimbote) y el cuñis vino con su camioneton turbo carretero y se regresaba al norte chico a pocos días de acabar el año para recibirlo en su terruño. No se en que momento, en que conversación y en que situación nuestra sangre aventurera sugirió que nos den un aventón para recorrer las playas del norte y recibir el Año Nuevo en Chiclayo bailando cumbia con el Grupo 5 en Monsefú. No se en que momento. Lo cierto es que un día sábado por la mañana las maletas estaban en la camioneta, desayunamos en casa del suegri, nos despedimos de la familia y salimos rumbo al norte. A pocas horas ya salíamos de Lima por carretera, con música y felices por el viaje de fin de año... lejos estábamos de