Diario de viaje: día 1

Empecé mi viaje con la correteadera de última hora, sin darme cuenta, la hora había pasado y ya me daban las cuatro con quince. Mi bus salía a las cinco. 

Así que dale que dale, corre que corre que se me va el bus, apúrate, apúrate al taxi y llego al terminal a diez para las cinco. Alivio. Tuve tiempo de tomar un poco de agua, ir al baño y en eso, pasó, en cámara lenta, tal cual la recetó el doctor, linda, alta, blanca, cabello castaño, sonrisa angelical, ojos brillosos y en cámara lenta... me imaginaba un prado verde con margaritas y los dos corriendo, el uno al encuentro del otro...

En eso me di cuenta de la hora y eran más de las cinco y me parecía raro que no llamaran para abordar el bus. La clásica hora peruana. El bus termino saliendo casi a las seis de la tarde con lo cual me cagó el cronograma del sábado en Mollendo. 

Ya pa'que renegar, así que ya en el bus, lo primero que quería hacer era cargar la batería de mi celular y... ¡Oh sorpresa!: en el apuro por salir corriendo de la oficina, ¡me olvide el cable!, ¡carajo!... ¿y ahora?... bueno, como dicen que dicen, pa'que renegar, estaba recontra cansado después de una semana maratónica fulll chamba así que viéndole el lado positivo tenía todo el trayecto para descansar y así fue, puse mi cel en modo ahorro de energía y dormí tranquila y plácidamente como el bebe robustito que soy. 
Así empezó mi viaje de campaña por sur y centro, este es un breve recuento de lo que pasará de hoy en adelante...

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