En el día del padre...

Resulta que mañana es el día del padre, día en el cual rendimos homenaje al hombre que donó el espermatozoide que se tiró al óvulo en nuestra madre. Es un día en el que recordamos a nuestro cochito, ya con sus años encima, la mayoría de ellos dedicados a sus hijos en cuerpo y alma.
Dicen que la experiencia la dan los años y es verdad, no podría comparar el grado de criterio entre una persona adulta y un adolescente, de hecho que la diferencia es abismal, sin embargo, la compraración entre una persona mayor contra uno mismo (hijo) tiene el mismo nivel de comparación. A una edad mayor, prácticamente se ha vivido todas y cada una de las opciones posibles que se presentan en la vida, lo que da un cierto estatus de criterio y sabiduría.
Hoy, al salir a trabajar, tomé un taxi para la oficina y me tocó un taxista dicharachero, que a pesar de tener que lidiar día a día con nuestra caótica ciudad, según sus propias palabras, vive feliz, les hablo del sr. Román, trujillano de nacimiento que vive en Lima city, felizmente casado desde hace cuarenta años, tiene tres hijos, dos hombres y una mujer que lo adoran. Dice que mañana va a descanzar por que mañana llega su hijo mayor de Trujillo para visitarlo y como le gusta preparar sus traguitos, de seguro le preparará algo especial, su hijo menor tambíén lo visitará y su hija ultima que vive con el, siempre se confabula con la esposa para prepararse su seco de pato a la norteña... −¿que más puedo pedir? −me pregunta −a la edad que tengo, tengo una familia que no me ha olvidado, taxeo para mantenerme, tengo cinco nietos que son lo máximo... vivo feliz...
De verdad que es realmente asombroso encontrar una persona que asegura haber encontrado la felicidad, por lo general, las personas viven quejándose de aquello que tienen o que no logran conseguir sin darse cuenta que no es tan complicado en realidad: en la familia está la felicidad.
Me dejó pensando este tío setentón cuando hizo la pregunta de rigor...
−¿Y usted cuantos hijos tiene? −mi respuesta negativa lo sorprendió y le provocó una carcajada.
−Uy amigo, apúrese por que a su edad ya sus hijos le van a decir abuelito −y volvió a reir provocandome su alegría.
Esta conversación en el taxi de don Román, me alegró la mañana, me lleno de energías positivas y me hizo pensar un poquito acerca de mis relaciones en la vida y la verdadera razón de celebración en esta fecha: el padre celebrado por los ovulos fecundados.
Luego de esto llegué a mi oficina y me puse a pensar, este tío tiene razón, todo el mundo tiene hijos, creo que ya es mi hora. Dicen que todo hombre en la vida no debe morir sin haber hecho tres cosas: plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo... bueno, voy por la segunda cosa, cuando la termine, pues ahi será.
Así que amigos míos, mañana lleguen a casa de papá y denle la mejor de las alegrías, diganle que lo quieren y demuéstrenlo, por que las palabras son palabras, pero los hechos se traducen en recuerdos y los recuerdos gratos se suman y nos dan felicidad.
Aquí les dejo un video, la parte final de "Mi querido viejo", una película mexicana que la vi varias veces con mi papá en el canal cuatro hace ya muchos años, cuando yo era un crío. Recuerdo que al final de la película, escuchando la canción que canta Alejandro Fernández (que también era un crío) a su padre, mi papá lloraba calladamente y yo pensaba que era por el desenlace. Hoy que han pasado lo años, recién comprendo el por que: esta parte le traía inmediatamente recuerdos de mi abuelo y la nostalgia le hacía llorar... Lo comprendo por que ahora, cada vez que veo esta película y al ver el final, inmediatamente pienso en mi padre, en su llanto y aquel encogimiento en el pecho que el sentía al recordar a mi abuelo, lo siento yo al recordarlo ahora que no está...
Estes donde estes padre, un beso y un abrazo para ti y el abuelo Pancho... ¡Feliz día papá!

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