…un huevo de Creatividad
Vino a la oficina con un diseño “local” que en si, era bien “local”, pero había que pulirlo un poco y así se hizo, el hombre cogió su cartulina, su lápiz mongol 2B y… ¡zuacatán! vomitó el cerebro, lo desparramó, lo pulió y le dio forma a la idea y, aunque parezca un dibujo sencillo, el hombre está en sus primeros pasos, para ser su primer huevo, ta’masomeno. Ya con el tiempo y el empuje en el estudio y la chamba, el hombre se perfila a ser de los buenos.
De momento, el trabajo que hizo, era el trazo para un polo, un arte para serigrafía, como el hombre no manya todavía los procesos, tuve que asistirlo. Lo curioso es que Abraham ya piensa como negociante. Este polo que realizará a manera de tarea del instituto (y el cual le costará un “huevo” de plata) ya lo ha ofrecido en venta y ya tiene asegurado algunos compradores, hay que darle una manito pues y si alguno desea comprar el polo de Abraham con el trazo de su propia mano (con la figura que ves aquí), escriban y les daré su fono para que se comuniquen con el. Hasta donde se, los hará en negro y azul marino con el trazo en blanco.
Sirva además la oportunidad para que den sus opiniones acerca de su trabajo para que el hombre aprenda, como decía el tío Walt: aprendo de mis éxitos, pero mucho más de mis errores (o algo así).
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